La acción

Bajo del subte miro la hora y subio por la escalera a las apuradas. Para ese tipo de accion le parecia importante ser puntual. Lo unico que sabia era donde tenia que estar, a que hora, y conocia un solo contacto. Sabia cual era el verdadero objetivo y el motivo de la accion, pero no tenia mayores detalles ni sabia cuantos serian, si iba a ser una accion masiva o no, si se convocaria a los medios o no.
Cuando dos semanas antes Arte le contó lo que se iba a hacer y que los compañeros de MTR preguntaban si alguien de CIBA queria sumarse le pidió que lo enganche, y a los pocos dias cuando terminaba una reunión del espacio "La Dignidad no se privatiza" un espacio multisectorial que se juntaba en el local de CIBA todos los lunes, Arte lo acerco a Lucho, Juan no sabía que Lucho era del MTR.
- Acá hay un compañero que se quiere sumar a la accion del 5
Se dieron la mano, se tenian vistos de varias marchas pero no se conocían.
- Es un compañero de máxima seguridad?
- Si, es el compañero que estuvo en Honduras.
- Ok.
- A qué hora dónde?- dijo Juan
- A las 5 en el obelisco
No necesitaba saber más

Preguntar si era un compañero de máxima seguridad significaba saber no solo si ya estaba investigado y no era un inflitrado de los servicios de inteligencia sino tambien si era un compañero que sabia moverse con criterios máximos de seguridad, trabajar como si todos los telefonos del mundo estuviesen pinchados, y no contarle lo que hacia ni a su madre.

Mientras se acercaba al obelisco iba tratando de detectar policias de civil y miraba ya de lejos a ver si veia a Lucho. Todavía no habia llegado pero habia un grupo de 4 compañeros que tenía vistos de reuniones y marchas y se la jugó.
- Hola
- Cómo anda compañero?-lo saludaron como si lo esperaran
- Lucho?
- Esta por llegar
Eso confirmó que era el grupo indicado, saludó a todos. Uno era Rafa, estaba llendo a las reuniones que CIBA había empezado a organizar los viernes para armar un taller con otras organizaciones contra los desalojos, y de paso empezar a sumar fuerzas de las organizaciones que se ocupan del derecho a la vivienda.

A los pocos minutos llegó Lucho y despues fue llegando gente. Ahi se entero de que sería una accion masiva, llegaban familias humildes atendidas en un barrio por el MTR. Habian planificado llegar al objetivo a las 7. Se acercó un policia de civil, saludó a Lucho y pretendio saludar a todos.
- Disculpame, quién sos?- le pregunto Rafa, dejandole la mano tendida sin responder el saludo
- Perdon, él me conoce, oficial Vega, de la Federal- dijo casi timidamente
- Vamos a Jefatura- le dijo secamente y dio por finalizada la conversación
El policia se alejó hasta otro tipo de traje para informar por nextel a otro lado. El objetivo no era Jefatura, pero quedaba al lado. La mayoría de las veces informaban el objetivo real, porque no perjudicaba la accion, en este caso necesitaban el factor sorpresa.
Se juntaron los dirigentes.
- Cuando lleguemos a la esquina de jefatura no nos detenemos.
- No nos conviene manifestar un rato ahi y después cruzar?
- No, la cana va a tener tiempo de acomodarse y rodearnos, seguimos de largo Un grupito corta Rivadavia y no levanta el corte hasta que terminemos de entrar, si está abierta la puerta del costado nos dividimos en dos, y algunos van entrando por esa puerta, que es angosta, asi que por esa puerta los cochecitos entran al final, para no trabar, si está cerrada entramos todos por la puerta principal. Una vez que estemos adentro llamamos a los medios. Lucho, vos te encargás de los compañeros de seguridad, vos de los que cortan las calles y vos del grupo que entraria por el costado.
Asintieron con la cabeza. Se disolvio la reunion Lucho fue a convocar compañeros para la seguridad, y los otros a los demas.
Juan tomo un par de mates con otros militantes de MTR. Cuando Lucho estuvo libre le dijo que si le parecía cortaba calles y despues se sumaba a seguridad. Lucho asintió y se lo presentó al encargado de cortar las calles.
- Te venís conmigo, cortamos Lima primero y despues nos vamos para adelante.
- Ok.
6 y media extendieron la bandera grande y empezaron a armar la columna. Fueron a cortar Lima y la gente bajó a la calle.
Empezaban los bocinazos y las puteadas de rutina, las ultimas semanas estaba habiendo muchos cortes y movilizaciones. Por lo general esa acción se hace con palos. Los palos no son solamente para defenderse de la policia sino tambien para defenderse de alguien que igualmente quiera avanzar con el auto o se baje a agredir. Ese dia no tenían palos asi que hacían gestos decididos indicando que no iba a pasar nadie. Juan alguna vez había discutido con alguien que le decia"tu derecho termina donde empieza el mio, yo tambien tengo derecho a circular" "si, pero hay derechos que tienen prioridad sobre otros, el derecho a un techo, el derecho a comer, a la educación, es mas importante que el derecho a circular. Ademas en la ciudad siempre el transito está trabado, te aseguro que si la manifestacion se esta moviendo no perdes mas de 5 minutos, y si esta cortando una arteria, el desvío no te lleva mas de 10, lo que pasa es que hay mal humor en la calle y cualquier cosa lo dispara, pero hay que tener comprension con los que tienen menos y no son escuchados de otra forma"
La columna estaba por abandonar 9 de Julio asi que corrieron, la pasaron y fueron a cortar una de las calles laterales antes de que pase la gente. Y asi, iban esperando que pase el último y corrían para adelantarse a la siguiente calle.
La columna iba avanzando rápido porque Juan había avisado que a veces ese tipo de institución cerraba inmediatamene después de terminada la ultima actividad, y por ser día de semana estarían terminando.
Faltaba una cuadra y les subió la adrenalina. Estaban muy acostumbrados a manifestar, pero una toma es algo diferente. Es algo que aunque se haga pacificamente es más violento, y es una accioó más expuesta a la represion y la cárcel. Siempre existía la posibilidad de que la informacion se hubiera filtrado y los estuviesen esperando.
Hacia apenas 2 dias, un chico en un acampe sobre la 9 de Julio se habia alejado de la columna para comprar algo con otros 3, había llegado un auto particular con policia de civil, lo habian agarrado, cuando los otros quisieron recuperarlo dispararon al aire, lo raptaron, y lo molieron a palos: tenia 8 huesos rotos, la cara deformada y estaba en el hospital. Pretendieron imputarlo por intento de robo (total es un chico de barrio, tiene cara de "villerito") pero cuando la abogada del movimiento fue a la comisaría consiguió su liberacion inmediata porque la causa hacía agua por todas partes, empezando porque no existían los datos de la persona que supuestamente habían querido robar.
Ya estaba a la vista el objetivo y corrieron a cortar Rivadavia. La puerta del costado estaba cerrada, se sumaron algunos compañeros más a cortar y Juan fue con Rafa hacia adelante guiando la gente.
- Entren, entren- les decían, indicando lo mismo con las manos.
- Entramos?- dudaron algunos. Ahí se dio cuenta de que la gente no estaba informada de la toma. La información estaba compartimentada para que no se filtrara.
- Si, entren.
Algunos señores de traje salian con cara de no entender mucho lo que pasaba.
Juan entró
- Vayan ocupando los bancos compañeros!
Y empezó a recorrer los pasillos laterales revisando que no hubiese nadie sospechoso y fichando los lugares por donde les podrian entrar para desalojarlos. Recien adelante de todo, había dos puertas laterales en el ala izquierda. Otro compañero revisaba el pasillo de la derecha. Fue hasta adelante para seguir indicándole a la gente que se sentaran, cruzo a Rafa y le asintio con gesto de que iba todo bien, y volvió hacia el fondo, revisando los laterales nuevamente.
Una señora rezaba arrodillada en uno de los altares laterales del fondo, de espaldas a la gente y chistó pidiendo silencio. Estaban entrando en silencio, pero movian un poco los bancos al acomodarse y algunos chicos hacían ruido inevitable, la señora volvió a chistar indignada y se dio vuelta. Cuando vio la multitud entrando se paro y fue hacia Juan.
-Que esta pasando?
- Estamos tomando la catedral, señora, tenemos hambre- respondió Juan
El rostro endurecido de la mujer cambió. De golpe tuvo menos arrugas.
- No, claro, esta bien, y que piden?-
- Queremos que monseñor interceda por nosotros frente al gobierno.
- Los va a ayudar, vas a ver, lo que si querido por favor no rompan nada.
- Quedese tranquila, vamos a cuidar todo.
- Esa cruz que esta en aquel altar es del 1800. Por favor te pido
- No se preocupe, yo me encargo.
- Gracias, querido.
Se ubico frente a la gente. La imagen de la catedral metropolitana tomada por la gente era impresionante. Ocupaban todos los bancos, las mujeres atendian a sus hijos. Era evidente que no estaban ahi para rezar, era evidente que necesitaban mucho. La escena tenia una paz y una justicia casi misteriosa. La Iglesia tomada por los pobres.
Rafa empezo a caminar por el centro y hablo fuerte:
- Compañeros, venimos a este lugar de fe, para pedirle al obispo Bergoglio que interceda ante sus amigos del poder...
Vio que desde el ala derecha aparecia alguien que parecia trabajar ahi.
- Sos el sacristan?
- Si, que esta pasando?
- Te consigo un responsable- no tenia drama en hablar con un pibe de veintipico de años que en definitiva no iba a entender nada, pero eso ya empezaba a formar parte de las negociaciones, el no conocia los detalles del reclamo y no era del MTR.
Por el ala derecha encontro a uno de los coordinadores y le hizo señas para que se acercara.
- ...Compañeros! nos quedamos?- remataba Rafa
- Si!!- respondieron 300 voces a coro y aplaudieron
- Queremos hablar con Bergoglio- empezo a explicar al sacristan
- No esta en la ciudad-
- Lo esperamos, no tenemos apuro-
- Pero yo me tengo que ir, tengo que cerrar a las 7- el pibe no cabia en su asombro
- Y los curas de la catedral?- intervino Juan
- No estan
- Bueno, nosotros nos vamos a quedar, si queres llama a otro para que se quede, llama a los curas, y sino andate y dejanos abierto, no nos vamos a ir de aca. Y vamos a necesitar un baño
- No hay
- No hay un baño en sacristia?
Lo sorprendio
- Bueno, si, pero es privado
- Bueno, fijate como vas a hacer porque no queremos ensuciar la Iglesia.
Parecia como si le estuvieran hablando en otro idioma, si hubiesen sido vacas entrando a pedirle pasto hubiese reaccionado de la misma manera.
- Es un sacristan, lo unico que sabe hacer es preparar el altar y abrir y cerrar la puerta, no tiene idea, hay que esperar que llegue alguien mas.
Aparecio Lucho, sonriente
- Y, como lo ves?
- Espectacular, el piso va a estar un poco frio, pero un lujo- sonrio- che, tenemos que gestionar el baño, el pibe que esta a cargo por ahora no lo quiere habilitar.
- Sino lo tomamos.
- Dale, averiguo de que lado esta sacristia.
Se fue hacia el ala izquierda, casi llegando al final de la Iglesia, pero no le parecio que las puertas de madera dieran a sacristia, cuando volteo estaba la mujer del principio, con un rosario en la mano.
-Disculpe que le interrumpa el rosario, la sacristia esta del otro lado, no?
- Si- sonrio con una paz que le parecio artificial- cuiden todo, por favor, querido
- Quedese tranquila.
Se le acerco a Lucho
- Esta de aquel lado, reclutate 10 compañeros y vamos- mientras Lucho los juntaba le parecio que una mujer le decia "padre Martin" y un señor de camisa normal pareciendo querer pasar desapercibido asentia en voz baja. Se le acerco.
- Padre Martin?
- Si?- respondio con su mejor cara de hijo de puta.
- Necesitamos un baño
- No, pero yo no se los puedo habilitar.
- Usted es el parroco?
Se sorprendio por el uso del termino
- No, soy el vicario
- Y el parroco?
- Esta en su dia libre.
Justo entraba la policia, todos de civil. El sacristan camino hasta ellos, llamo al padre y se fueron hacia sacristia.
Los policias se ubicaron para impedir el acceso a sacristia. Aparecio Lucho con los 10
- Vamos.

(falta un cacho..)

El desalojo

Estaba entrando al edificio dónde vivía. Era una de las casas que CIBA tenía a cargo, había sido un hotel alguna vez, la gente pagaba a un supuesto encargado que un día resultó no ser el dueño y desapareció. Apareció el dueño real y les dijo que los iba a desalojar. El juicio ya llevaba más de un año, los abogados de CIBA lo habían estirado todo lo posible pero ya se habían agotado las instancias judiciales y estaba la orden de desalojo que tenía que darse en esos días. En teoría hasta el 18 tenían tiempo de abandonar la casa pero por si acaso ya iban preparando algunas cosas y todos los días alguien se levantaba cerca de las 5 para ver si la policía empezaba a preparar el dispositivo temprano. El se había mudado a una de las piezas que daba al balcón para eso, y para que si los sorprendían, hubiese por lo menos un militante de CIBA adentro, porque una vez que cerraran el vallado ya no iba a poder entrar nadie. Al principio eran como 30 familias pero desde la orden de desalojo algunas se habían ido por miedo y quedaban 12 familias dispuestas a resistir el desalojo.
Abrió el candado de su habitación, dejó la mochila, prendió la luz, despidió a las cucarachas que corrían a esconderse y salió a tocar la puerta de la habitación de Hilda.
- Cómo estás?
- Bien che. Me prestás lo de siempre? ya voy a traer el mío- sonrió
- Yo no tengo problema en prestarte el mío.
Hilda buscó entre sus cacharros de cocina el matecito y la pava.
- Yerba tenés?
- Sí, gracias.
Pasó por el baño y comprobó que no hubiese más agua. Por lo general a la tarde se acababa, pero a veces quedaba un poco, asi que fue a la manguera que habían colocado en el patio, que venía desde un caño del sótano y no se acababa. Puso a calentar el agua en la cocina común.
- Hola! vos sos de CIBA?- siempre le preguntaba lo mismo, era una nena de 5 años.
- Sí Anabella, cómo estás?
- Bien. Hacés magia?
Sacó una moneda.
- Qué es esto?
- Una moneda!
Se la pasó de una mano a otra
- Dónde está?
- Ahí!
- Estás segura?
- Sí!
Abrió la mano vacía y disfrutó la cara de sorpresa de la nena. Ése era el mejor momento de la magia.
- Dónde está?
- Desapareció!
- Qué aparezca!
- No se puede, desapareció- revisó que el agua no hirviese.
- Sí, que aparezca, dalee
- Llamémosla
- Moneda! moneda!
- Ahí está!- hizo el viejísimo truco de que apareciese en su oreja- no te habías dado cuenta de que la tenías en la oreja?
Anabella se rió y salió corriendo
- Mami mami!
El agua ya estaba, apagó el fuego, agarró la pava con su propia remera y volvió a la habitación.
Dio vuelta un balde, se sentó, acomodó una imagen de Jesús que tenía sobre otro balde apoyada contra la puerta ventana del balcón y tomó unos mates mirando hacia la avenida corrientes y a veces hacia la imagen. Era el momento de paz del día.
Adentro de la habitación había una cama con una bolsa de dormir arriba, un bolsito y elementos que había ido consiguiendo y armando para resistir el desalojo. Garrafas, bombas caseras, gomeras, piedras, palos, escudos caseros, matafuegos. Destapó un tacho lleno de aceite quemado que tenía en el balcón, agarró una botella de vino, un embudo y un pedazo de botella de plástico cortada que le servía de tachito. Revolvió el aceite, sacó un poco con el tachito y lo metió en la botella de vino con el embudo. De una bolsita sacó un poco de jabón blanco rayado lo tiró en el embudo y empujó con un destornillador para que se fuese mezclando con el aceite. Destapó un bidón y terminó de llenar la botella de vino con nafta. El jabón hacía que el líquido resbalase mejor y el fuego se esparciese más, el aceite hacía que desprendioera humo negro. Agarró un corcho, con una navaja le recortó un poco uno de los bordes para que entrase mejor. tapó la botella y golpeó despacio con una masa para meter bien el corcho, prendió una vela y derramó la parafina en los bordes del corcho para que no saliera nada de aire. Finalmente le pegó con cinta desde el cuello un trozo de tela negra que serviría de mecha y agregó la molotov a las que ya había creado.
Le tocaron la puerta.
-Pasá-
Era Hilda, se la veía alterada, tenía el celular en la mano
- Llamaron de Tucumán-en CIBA nombraban a las casas según la calle donde estaban- los están queriendo desalojar ahora.
- Avisale a Arminda.
Se levantó y fue hacia el patio, poniéndose la campera. Tocó la puerta entreabierta de la habitación del gordo. La luz estaba apagada pero estaban mirando la tele
- Quién es?
- Juan.
- Qué pasó?
- Están queriendo desalojar a unos compañeros acá a un par de cuadras, venís?
- Dale, aguantame que me lavo la cara y voy.
- Dale.
Volvió a su habitación. Puso una bomba casera en la mochila, un encendedor en el bolsillo, agarró un palo y la masa. Cuando salió Hilda había llamado también a una chica del fondo. Fueron bajando, se unió el gordo prendiendo un cigarrillo y salieron. En el camino le dio la masa al gordo y la chica del fondo le pidió el palo.
- Dame el palo, yo estoy re-caliente con estos hijos de puta.
Porque no era un desalojo hecho por la policía. Era gente de la misma casa. Había muy pocos de CIBA adentro, la mayoría no querían unirse porque querían negociar con las piezas, y no querían una organización que pusiera orden adentro de la casa. No eran los dueños pero patoteaban para cobrar alquiler o "vender" las piezas, aunque toda la casa estaba en juicio de desalojo. Y había una parejita joven que no podía pagar y los querían desalojar por la fuerza. No solamente era ilegal sino que además era una actitud miserable: ponerse en juez de otro que está pasando la misma necesidad.
- No vienen más de otras casas?-perguntó el marido de Arminda, con mucho miedo en la mirada.
- No creo, vos le avisaste a alguien?
- Llamé a Jorge y creo que él iba a avisar a Gardel- respondió Hilda
- No van a llegar antes que nosotros- y, en realidad, tampoco creía que fueran a ir.
Eran 6, 3 hombres y 3 mujeres. Era una resistencia totalmente atípica, por lo general son bien organizadas y con más de 50 compañeros, ésta era improvisada y con pocos. No sabía realmente cuántos eran en la casa, pero tenía que mostrarse seguro, para no hacer dudar a los demás.
En la puerta había unas mujeres tomando fresco, Juan dijo "buenas noches" y entró directamente seguido de los 5. Vio que pasaba algo en el fondo, pero subió al primer piso a ver a Ivonne. Se la encontró en el pasillo. Sacó la bomba de la mochila.
- Son los de abajo?
- Sï, vamos!
Volviéron a bajar y se mandaron para el fondo. Había un peruano bastante en pedo hablando a los gritos frente a la habitación donde estaba la parejita. Sabía que tenía que entrar fuerte, esperaba que la adrenalina actuase rápido pero en vez de eso notó que la situación lo empezó a enojar.
- Qué pasa compañero?!- gritó y como el pasillo no era muy grande la voz sonó fuerte. Tenía la bomba en una mano y el encendedor en la otra. Dejaba los brazos caídos por el momento, pero sabía que ya los otros la habían visto, era bastante notoria y le colgaba una mecha de unos 20 cm.
- Nada, estoy hablando con él
- Sí, y yo me estoy queriendo meter asi que o me contás...
Se sumaron 2 tipos más atrás del peruano. Juan no era alto pero les llevaba una cabeza a los tres y los miraba de arriba. Pensó que al pedo habían traído los palos.
- Mira, cuando tú arreglas algo con alguien, y el otro no cumple con su palabra.
- Y qué arreglaron?
- Que él me iba a pagar una cantidad de plata..
- Cuánto?- le preguntó al varón de la parejita
- 800
- Parece mentira, entre paisanos!- dijo Ivonne y el otro se sintió tocado
Estaba por decirle que no iba a cobrarle nada a nadie y que si intentaba desalojar a alguien le iba a volar la pieza, cuando vio que al fondo empezaba a entrar la policía. Había un codo en el pasillo que lo tapaba, donde estaba Arminda. Se agachó , apoyo la bomba en el piso detrás de Arminda y le dijo "quedate ahí".
- Qué está pasando?
Eran 3 canas, uno había entrado con la escopeta en la mano, le sacaron el palo de la mano a la chica. Antes que los otros dijeran "ellos entraron a apurarnos con palos" explicaron ellos.
- Ellos quieren echar a esta familia a la calle.
-Mire señor yo le voy a explicar- saltó Eva, otra mujer que vivía en la casa y asistía a CIBA- aquí estamos todos en desalojo, asi que nadie tiene derecho a cobrarle a nadie y ellos quieren cobrar como si la casa fuera de ellos.
El cana levantó el palo y se lo mostró a uno de los peruanos.
- De dónde sacaste este palo?
- No es mío!
- Nos van a tener que acompañar- y se los llevaron afuera. Quedó un cana adentro- y ustedes quienes son? viven acá?
- Ellos son de una organización que nos ayuda- dijo Eva.
- Pero acá están todas embarazadas! Tené cuidado vos nena no te quedes mucho tiempo..-agregó el cana, se rió y se fue. Guardó la bomba y la masa en la mochila.
Juan le extendió el puño a Eva, Eva lo chocó y le guiñó un ojo
- Nos vemos.
- Gracias.
Antes de salir la chica le preguntó
- Recuperamos el palo?
- No, lo dejamos
Afuera los policías seguían preguntándoles de dónde habían sacado el palo y seguían negando que fuera de ellos. Juan sonrió, pasaron por al lado y siguieron hacia Corrientes.
- Corrientes tiene huevos eh? resiste con 6 nada más- dijo Juan y estallaron en anécdotas.
Al llegar se despidieron, cada uno fue a su habitación, volvió a poner las cosas en su lugar, tomó un par de mates medio fríos y se fue a dormir.